martes, 20 de abril de 2010

Anexo Musical N°2: "Crimen Sollicitationis"



Crimen Sollicitationis es una Ley Canónica promulgada en 1962 por el Cardenal italiano Alfredo Ottaviani, en la que se enfatizan las sanciones contra los sacerdotes que propusieran o cometieran abusos sexuales contra los fieles, incluyendo comportamientos homosexuales, pedofílicos y zoofílicos. La prórroga también resalta la culpa que recae sobre los que tienen conocimiento y aún así encubren estos actos, como sería el caso de SS Benedicto XVI. Para todos estos casos, la condena final es la Excomunión.

¿Por qué se ha hecho oídos sordos a este documento católico? Pues eso es lo que Scottland Yard y las policías del mundo están investigando, pero en tanto no se saquen las primeras conclusiones y hayan culpables en esta red de pederastia, les dejo este tema del último disco de Ska-P, titulado igual que la ley ignorada, Crimen Sollicitationis. Disfrútenlo ;)

Vade Retro, 2ª Parte


El Vaticano fue legalmente un estado italiano en 1929, y desde entonces está libre de pagar impuestos y dar cuenta pública de sus actos. Por este motivo, ha llegado a convertirse en el Estado más rico del mundo, financiado por las donaciones de los devotos cristianos, que ingenuamente creen que su dinero va en ayuda de los más necesitados. Pero visto el actuar de la Iglesia desde su formación hasta el decenio actual, sólo nos queda creer que usan sus recursos para mantener sus lujos y financiar el silencio de las autoridades con las que trabajan, ocultando temas tan sensibles como el abuso sexual de menores.


Te bautizan apenas naces, ya que según ellos, te irás al Limbo cuando mueras por no hacerlo, obligándote a seguir una doctrina que no terminas de entender hasta que eres mayor de edad, llegando al final de tus días creyendo que estás en lo correcto con golpearte el pecho e ir a misa todos los fines de semana. Te hacen creer que existe un ser todopoderoso y omnisciente, que está a tu lado para cuidarte y juzgarte si no haces lo que dictan sus Mandamientos, para recompensarte con el Jardín del Edén o castigarte con una eternidad de sufrimiento y agonía en el Infierno.


¿Pero dónde estaba Dios cuando miles de creyentes murieron en manos de tiranos o de desastres naturales? ¿Por qué se ensaña con los pobres y no con los ostentosos empresarios y Jefes de Estado? Ahí es donde aparecen las cientos de sectas derivadas de la Iglesia Católica, que te dan las respuestas más alocadas citando el Fin del Mundo y a la segunda venida de Cristo. Evangélicos gritando y cantando frente a tu casa; mormones gringos que sin saber una pizca de español, se vienen a Latinoamérica engrupidos con un sueldo miserable; Testigos de Jehová que dicen tener al Mesías entre ellos, y que trae la salvación para la humanidad ante el ineludible Apocalipsis y la horda de demonios con cachos y tridentes de fuego. Pura charlatanería barata, pensada para someterte en el miedo y poder estrujarte los bolsillos.


Hermanos, estamos en el siglo XXI. Dos mil años hemos sido apresados, castigados y atormentados por una mafia eclesiástica que basa sus enseñanzas en falacias y plagios de civilizaciones antiguas, las cuales ideaban sus mitos basadas en estudios del comportamiento de los astros y las estaciones del año. La Biblia es eso, un libro de astrología mezclada con literatura fantástica. Vean Zeitgeist 1 si quieren más información.


La Iglesia fue una excusa romana de dominación, y luego se convirtió en la fuerza moral para adoctrinar masas y mantenerlas a raya en todo el mundo. Hoy nos damos cuenta de la crueldad y la manera en que hemos sido usados por estos señores, que de santos no tienen nada, pero que de dictadores y ambiciosos no se sentarán ni en un millón de años a la derecha ni la izquierda del Padre. Si Dios realmente existe, esta es la oportunidad de demostrarlo, permitiendo que se haga justicia por los abusos sexuales que los párrocos ‘acumulados’ por el celibato han cometido contra menores, y que Su Santidad Don Ratzinger calló para postergar el escándalo y el rechazo mundial que finalmente marcará y pondrá fin a su pontificado.


Afortunadamente, la juventud actual no es imbécil -aunque si un poco floja y alocada-, y está disconforme con tantas restricciones impuestas por la curia y la sociedad moderna, por lo que ya está alzando su voz contra el dogmatismo que nos rige y la falta de libertades, especialmente sexuales. Estamos entrando en la era de Acuario, por lo que ya es tiempo de dejar atrás el cinismo de la era Pisciana y abrir nuestras mentes a la realidad y condenar a quienes si son culpables de sus actos. La pedofilia no es propia de los homosexuales como aseveró el Cardenal Bertone, si no es causada por abusos o falencias durante la infancia del que la padece, un verdadero círculo vicioso que sólo se puede detener con terapia y no echándole tierra encima.


No digo que todos los curas sean iguales, porque así como pederastas hay en todos lados, también hay sacerdotes honestos y gentiles, igual que universitarios solidarios y aperrados, y profesionales dedicados de pleno a la labor social. No te metas a una entidad con un historial tan manchado, y busca otras alternativas para poder ayudar a quienes más lo necesitan, que te aseguro existen muchas más y con un buen futuro. No hace falta tomar los Sacramentos para estar con Dios, ya que de existir, sólo te pediría que cumplieras la única enseñanza que Jesús hubiera considerado válida: “ámense los unos a los otros”. No queremos más iglesias opresoras. No más curas violadores. No más opulencia en el Vaticano. Es el momento de que alguien pague por los pecados cometidos en nombre de Jesucristo. Benedicto, sacaste el número premiado.

domingo, 18 de abril de 2010

Vade Retro, 1ª Parte


En su próxima visita a Gran Bretaña en septiembre, el Papa Benedicto XVI podría ser apresado y juzgado por encubrir casos de pederastia en la Iglesia, en tiempos en los que era Cardenal y estaba en sus manos sancionar o exculpar a los curas depravados, no sólo en esa nación, si no también en EEUU. Según él, todos esos perdonazos que hizo fueron por razones humanitarias y por el bien de la Santa Sede y sus feligreses, dando a entender que era más importante para él mantener la imagen “pura” de una institución religiosa, que hacer justicia por la inocencia arrebatada a miles de niños.


Pero no es de extrañar que las máximas autoridades eclesiásticas actúen de esta forma, protegiéndose los traseros unos a otros, mientras abren los traseros de seres indefensos despiadadamente. Ya hemos presenciado a lo largo de la historia como los salvajes sacerdotes romanos ejercían a la fuerza sus doctrinas, desde que eran adoradores de Júpiter hasta ser fervientes seguidores de Cristo. Demos una rápida repasada a sus "crímenes sagrados":


Hasta el año 311, el clero perseguía y crucificaba a los cristianos por la herejía de llamar “Dios” a un ser humano. Sin embargo, ese año el emperador Constantino se aburrió de cazarlos y se unió a ellos, convirtiéndose al cristianismo y ocultando de paso su vida de crímenes y destrucción con falsa misericordia y devoción. En el concilio de Nicea escogió junto a sus sabios cuales serían las escrituras sagradas que aparecerían en la Biblia, y según su conveniencia metió párrafos de mitos paganos, entre ellos leyendas egipcias, griegas y persas, con el único fin de reducir a una todas las religiones, para que fuera más fácil imponer la cultura romana a la hora de expandir su Imperio.


Así, propagó el catolicismo a la fuerza y hasta cedió tierras a los clérigos, para que el Reino de los Cielos fuese también terrenal. Quien se atreviera a poner en duda los dogmas de la nueva Iglesia, era condenado por sacrílego y expropiado de sus bienes, haciendo que la gente tuviera más temor de Dios, que adoración por Él. Poco a poco la Iglesia se fue haciendo más poderosa hasta ser parte plenipotenciaria del Estado, en lo que conocemos como el Sacro Imperio Romano.


El cristianismo se extendió en toda Europa, dejando un rastro de sangre de quienes se oponían a pensar como ellos. Famosas son las quemas de brujas, mujeres librepensadoras que exigían los mismos derechos que los hombres, y que sólo por educarse o tener relaciones fuera del matrimonio, eran asesinadas por herejes. Al mismo tiempo se iniciaron las primeras Cruzadas, que buscaban apropiarse de Tierra Santa antes que judíos y musulmanes. Millones de vidas se perdieron en esas batallas, la mayoría de campesinos y niños que eran enviados a defender a su Dios. El Vaticano, con su política antisemita, logró acumular innumerables riquezas tras saquear las ciudades enemigas, y seguiría haciéndolo por cientos de años.


La Inquisición española no fue menor, y la Iglesia Católica ordenó la matanza de 3 millones de protestantes. Durante la conquista de América, los soldados mataron incas, aztecas y araucanos por montones, destruyendo sus culturas y esclavizándolos para luego quedarse con todos sus tesoros, todo en el afán de la evangelización. En esa época, los grandes científicos también fueron humillados y torturados por dar explicaciones más realistas a los fenómenos naturales, de los cuales sólo se sabía mediante relatos fantásticos de la Santa Biblia. Galileo Galilei fue uno de ellos, quien tuvo que abjurar sólo por sostener el modelo heliocéntrico de Copérnico, en el que la Tierra gira alrededor del Sol. Cabe destacar que desde entonces, la Iglesia sigue sintiéndose con el derecho de decidir qué es o no es ético en el plano científico (clonación, células madre, anticonceptivos, etc.).


Siguió después una serie de matanzas, las más importantes ocurridas en Alemania, donde se llevó a cabo la Guerra de los 30 años, entre protestantes y católicos bajo el alero del Papa. Además de su apoyo en la Guerra Civil Española que permitió los genocidios franquistas, también participó del secuestro y esclavización de niños africanos y australianos durante la conquista de esos continentes, y en la era atómica, la Iglesia una vez más le dio la espalda a los judíos durante el Holocausto, y encima se quedó con todo el oro que Hitler le arrebató a las más de 6 millones de víctimas, una vez finalizada la 2da Guerra Mundial.


Como si no le bastara con todas las riquezas acumuladas, el Vaticano también hizo un desfalco al Banco Ambrosiano, por un total de 1373 millones de dólares ocupados para desestabilizar el régimen comunista en Polonia y financiar los asesinatos de la organización paramilitar argentina “Triple A”. Pero sus andanzas en Sudamérica no terminaron ahí, y en la segunda mitad del siglo XX apoyó la arremetida capitalista en Colombia y las dictaduras en Brasil, Bolivia, Argentina y Chile, además de su oscura relación con el gobierno de Fujimori en el Perú.


Los genocidas católicos han hecho lo que han querido en nombre de Cristo, actuando de la forma contraria a lo que predican, haciéndose tan ricos y poderosos, que el solo cetro de oro del Papa podría venderse para alimentar dos días al mundo entero. Más hipocresía católica mañana, en la segunda parte de este tema…