martes, 20 de abril de 2010

Vade Retro, 2ª Parte


El Vaticano fue legalmente un estado italiano en 1929, y desde entonces está libre de pagar impuestos y dar cuenta pública de sus actos. Por este motivo, ha llegado a convertirse en el Estado más rico del mundo, financiado por las donaciones de los devotos cristianos, que ingenuamente creen que su dinero va en ayuda de los más necesitados. Pero visto el actuar de la Iglesia desde su formación hasta el decenio actual, sólo nos queda creer que usan sus recursos para mantener sus lujos y financiar el silencio de las autoridades con las que trabajan, ocultando temas tan sensibles como el abuso sexual de menores.


Te bautizan apenas naces, ya que según ellos, te irás al Limbo cuando mueras por no hacerlo, obligándote a seguir una doctrina que no terminas de entender hasta que eres mayor de edad, llegando al final de tus días creyendo que estás en lo correcto con golpearte el pecho e ir a misa todos los fines de semana. Te hacen creer que existe un ser todopoderoso y omnisciente, que está a tu lado para cuidarte y juzgarte si no haces lo que dictan sus Mandamientos, para recompensarte con el Jardín del Edén o castigarte con una eternidad de sufrimiento y agonía en el Infierno.


¿Pero dónde estaba Dios cuando miles de creyentes murieron en manos de tiranos o de desastres naturales? ¿Por qué se ensaña con los pobres y no con los ostentosos empresarios y Jefes de Estado? Ahí es donde aparecen las cientos de sectas derivadas de la Iglesia Católica, que te dan las respuestas más alocadas citando el Fin del Mundo y a la segunda venida de Cristo. Evangélicos gritando y cantando frente a tu casa; mormones gringos que sin saber una pizca de español, se vienen a Latinoamérica engrupidos con un sueldo miserable; Testigos de Jehová que dicen tener al Mesías entre ellos, y que trae la salvación para la humanidad ante el ineludible Apocalipsis y la horda de demonios con cachos y tridentes de fuego. Pura charlatanería barata, pensada para someterte en el miedo y poder estrujarte los bolsillos.


Hermanos, estamos en el siglo XXI. Dos mil años hemos sido apresados, castigados y atormentados por una mafia eclesiástica que basa sus enseñanzas en falacias y plagios de civilizaciones antiguas, las cuales ideaban sus mitos basadas en estudios del comportamiento de los astros y las estaciones del año. La Biblia es eso, un libro de astrología mezclada con literatura fantástica. Vean Zeitgeist 1 si quieren más información.


La Iglesia fue una excusa romana de dominación, y luego se convirtió en la fuerza moral para adoctrinar masas y mantenerlas a raya en todo el mundo. Hoy nos damos cuenta de la crueldad y la manera en que hemos sido usados por estos señores, que de santos no tienen nada, pero que de dictadores y ambiciosos no se sentarán ni en un millón de años a la derecha ni la izquierda del Padre. Si Dios realmente existe, esta es la oportunidad de demostrarlo, permitiendo que se haga justicia por los abusos sexuales que los párrocos ‘acumulados’ por el celibato han cometido contra menores, y que Su Santidad Don Ratzinger calló para postergar el escándalo y el rechazo mundial que finalmente marcará y pondrá fin a su pontificado.


Afortunadamente, la juventud actual no es imbécil -aunque si un poco floja y alocada-, y está disconforme con tantas restricciones impuestas por la curia y la sociedad moderna, por lo que ya está alzando su voz contra el dogmatismo que nos rige y la falta de libertades, especialmente sexuales. Estamos entrando en la era de Acuario, por lo que ya es tiempo de dejar atrás el cinismo de la era Pisciana y abrir nuestras mentes a la realidad y condenar a quienes si son culpables de sus actos. La pedofilia no es propia de los homosexuales como aseveró el Cardenal Bertone, si no es causada por abusos o falencias durante la infancia del que la padece, un verdadero círculo vicioso que sólo se puede detener con terapia y no echándole tierra encima.


No digo que todos los curas sean iguales, porque así como pederastas hay en todos lados, también hay sacerdotes honestos y gentiles, igual que universitarios solidarios y aperrados, y profesionales dedicados de pleno a la labor social. No te metas a una entidad con un historial tan manchado, y busca otras alternativas para poder ayudar a quienes más lo necesitan, que te aseguro existen muchas más y con un buen futuro. No hace falta tomar los Sacramentos para estar con Dios, ya que de existir, sólo te pediría que cumplieras la única enseñanza que Jesús hubiera considerado válida: “ámense los unos a los otros”. No queremos más iglesias opresoras. No más curas violadores. No más opulencia en el Vaticano. Es el momento de que alguien pague por los pecados cometidos en nombre de Jesucristo. Benedicto, sacaste el número premiado.

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