domingo, 11 de octubre de 2009

El Nobel del Descaro


Inédito. Aún no logro salir de mi impresión por la tamaña estupidez del Instituto Nobel, tras otorgarle a Barack Obama el Premio Nobel de la Paz. ¿Qué ha hecho este sujeto por el planeta, a parte de nada?

Obama ganó el afecto y admiración de la gente por el sólo hecho de ser de raza negra, que bien digamos, ya fue un enorme triunfo su candidatura y luego su posterior presidencia, para un país tan racista como lo es Estados Unidos. Un hecho histórico y el sueño de Luther King convertido en realidad. Pero los sueños tienen la mala costumbre de convertirse en pesadillas, cuando no estás atento. Y Obama ya está conociendo las temibles garras de Freddy Krugger.

El infortunado heredero de George Bush ha tenido que tomar desde el principio difíciles decisiones, que si bien deben pasar por el Congreso y el Senado, no han sido del todo buenas. Partió con la clausura PARCIAL de Guantánamo, aquella prisión donde se tortura sin asco a lo prisioneros, y que está en territorio cubano. Lejos de trasladar a todos los detenidos a su país, algunos todavía son mantenidos ahí, para así justificar la no devolución del terreno a Cuba. Después de esto, no ha hecho nada que se pueda ‘destacar’.

Algunos podrán decir, “Obama canceló la instalación de un escudo antimisiles en Europa, que era el legado más importante de Bush”, pero a cambio de eso, planeó instalar bases militares en Colombia para tener a los sudamericanos a raya. Pues claro, ya tiene bastantes bases militares y aliados en Europa, como para seguir gastando allá, así que ahora quiere reforzar su dominio sobre los pequeños países al sur de México, que están ‘peligrando’ por la influencia de Hugo Chávez.

Una de las razones del nombramiento para el Nobel, fue que “Obama ha hecho esfuerzos extraordinarios por reforzar la diplomacia internacional”, eso por su implacable postura ante el golpe de estado en Honduras, sin embargo, no ha hecho ningún esfuerzo diplomático por disculparse con Irak y devolverle el país a su gente, retirando las tropas militares de inmediato, y prefirió en su lugar esperar hasta el 2011, año en que ya se habrá llevado todo el petróleo de ese país. Eso sin contar a Afganistán, que aún sufre por una guerra inventada tras unos atentados inventados en contra de los mismos gringos.

Otra irracional razón, es “la postura de Obama frente al desarme nuclear del mundo”, eso tras condenar las pruebas de Korea del Norte y los ejercicios rusos. El planeta entero está de acuerdo en eso, pero también estamos de acuerdo en que Estados Unidos sigue hablando por otros, sin mirarse a si mismo: Yankeelandia continúa guardando arsenal de destrucción masiva, y de hecho es el principal vendedor de armamento a nivel mundial, facilitando así la hostilidad y tensión entre los pueblos, como es el caso de su incondicional apoyo a Israel en su arrebate contra la humilde Palestina.

Por todo esto, el único premio que Barack Obama se merece es el Pico de Oro, o el noble Nobel del Descaro, por sus inútiles intervenciones y su escasa intención de cambiar el mundo. Me quedo con la acertada frase que Michael Moore le dedicó al susodicho: “¡Felicitaciones Presidente por el premio! Ahora, tiene que ganárselo…”. Notable. Porque si quiere compartir mérito con el Dalai Lama, aún tiene 3 años para intentar, al menos, hablar con la verdad, como intentó hacer John Kennedy. Yes, you can.

No hay comentarios:

Publicar un comentario