domingo, 31 de enero de 2010

Los Don Nadien


Cada cierto tiempo aparece un grupillo de jóvenes sin talento que se hace famoso por los caprichos financieros de una empresa nacional. Ya sea un canal de televisión o una compañía telefónica, los ejecutivos siempre tan brillantes, buscan atraer la atención de los adolescentes rebosantes de hormonas, que se sienten atraídos por todo lo que tenga dos pies y se mueva, en un período en que sus mentes son tan maleables como una bola de plasticina.

Así vemos surgir productos como programas y teleseries juveniles, cuyos integrantes son elegidos por cásting, únicamente por su buen físico y cara bonita, menospreciando el verdadero talento. Cuando finalmente logran atraer a una cantidad considerable de fanáticos, inventando relaciones amorosas y falsas realidades, los creativos cerebros tras las pantallas buscan la manera de obtener más ganancias exprimiéndoles el jugo a sus creaciones. De esta forma convierten de la nada a estos famosillos en cantantes, y obvio, sus discos, por muy malos que sean, se venden como pan caliente.

Bakán, Amango y Corazón Rebelde son ejemplos de bandas pésimas que surgieron de series juveniles, que alcanzaron éxito de ventas sólo por sus rostros y por la hipnótica cantidad de veces que repiten sus canciones en televisión, a tal punto que una de esas bandas estuvo en el Festival de Viña y hasta Antorcha se llevaron. Yingo y Calle 7 son la muestra más denigrante de lo que han llegado a convertirse los programas juveniles, lanzando discos con singles de cada personajillo ‘famoso’, ultra retocados en estudios de grabación, ya que a capela son más desafinados que yo.

Y ahora vemos a los Nadiens, un grupete que la compañía Claro pretende hacer famoso a costa de comerciales estúpidos, y en forma descarada les buscan fans y quieren imponer su único tema (mezcla de pop y reggeaton) como el hit del verano. El colmo de la desfachatez.

¿Y qué hay de los verdaderos talentos, esos jóvenes que de niños aprendieron a tocar un instrumento y a cantar con una voz privilegiada? ¿Qué hay de los que parten tocando en una banda con amigos de colegio, y que por falta de oportunidades dejaron la guitarra de lado y tomaron un libro para estudiar psicología o publicidad? ¿Cuantas bandas han debido pelear día a día un cupo en una tocata en un pub o un festival callejero, y cuando lo consiguen dan lo mejor de si para dejar al público eufórico, pero al final todo su esfuerzo es en vano, pues nadie les brinda el apoyo económico que necesitan para lanzar un disco? Pues que se jodan, porque no hay Fondart para ellos si no tienen el apellido de un político o rostrillo de la tele, y ni sueñen en ir a un programa busca talentos, porque si no tienen un look irresistible para las quinceañeras, entonces no les sirven de marketing a los canales y a los sellos discográficos.

Ya no basta con apagar la caja boba, ahora también hay que apagar la radio y bloquear Youtube, porque nos invaden imbéciles que creen que con algo de plata pueden meterse en nuestras mentes y obligarnos a escuchar sus bobadas; si no, basta con ver lo que el mal llamado ‘mini-farkas’ y Piñera lograron hacer. ¡¡Arriba las verdaderas bandas musicales, y abajo la plutocracia televisiva!!

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