domingo, 31 de enero de 2010

Y la vida sigue...


Bien, ganó Piñera, se cumplió mi pronóstico del 7% de MEO para el aliancista, y Frei y la Concertación se fueron llorando para la casa. ¿Qué más podría pedir?


Pues bastante. De partida, que el Sr. Presidente Electo cumpla siquiera con el millón de empleos que prometió. ¿Cómo lo hará? Que él se las arregle. Mientras no aparezca el 11 de marzo en la bolsa de comercio la acción ‘Chile S.A.’, todo estará bien... Vah, para que voy con cuentos... Empezando marzo tendremos lo mismo de siempre; paros estudiantiles pidiendo una reforma para la LGE, funcionarios públicos exigiendo mejoras salariales, pensionados reclamando por el 7% de las Isapres, y deudores habitacionales colgándose de un puente en el Mapocho.


Está claro que no se acabó el mundo como profesaba Frei, pero tampoco mejoraría el panorama de haber ganado él. El mayor error del ñato fue sin duda dedicarse únicamente a desprestigiar a Piñera, con la típica tonterita de que por ser empresario, convertiría a Chile en una empresa gigante. O sea, si Piñera fuera actor porno, andaría diciendo que convertiría Chile en un barrio rojo lleno de Quenitas, Angies y Adrianas en las esquinas.


Pero eso no es lo único que Frei hizo mal. Tampoco contaba con propuestas nuevas; sólo alababa las obras de la actual Presidenta y decía que las continuaría. Vamos, hasta un bebé las podría continuar sólo dando la orden a sus subalternos. Y algo de lo que ni él ni Arrate se han dado cuenta, es que desde que la Izquierda firmó el TLC con Estados Unidos, nos sumergieron de por vida en un sistema capitalista ultra-neoliberal, por lo que la oligarquía no llegará con Piñera como ellos dicen, si no que ya existe y está instalada en el país hace rato.


Más que lamentar la llegada de la Derecha al poder, lamento la vuelta de chaqueta de Marco Enríquez, tras haberle dado su apoyo a Frei en segunda vuelta. En sólo 5 minutos derrumbó todo lo que había creado en 5 meses, defraudando a muchos de los que creyeron en él. Pero bueno, así es la vida, así es la democracia, y no lo podemos reprochar por haber dejado de lado sus intereses personales y haberse decidido por el futuro que prefería para el país, ante las dos opciones que tenía disponibles, y pensándolo bien, de haber votado nulo como yo propuse, le habrían calificado de altanero y egocéntrico. Como sea, ya volveremos a alzar nuestra voz en 4 años más, y ojalá haya alguien joven y con los cojones de Marco que decida aventurarse a cambiar definitivamente la política rancia y ostentosa de la que depende el país.

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