El capitalismo tuvo su auge con la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI), propiedad de los gringos. Ellos y el Banco Mundial son los que manipulan la economía global, generando dinero de la nada cuando se les da la gana, y prestándolo con intereses a los ciudadanos y Gobiernos extranjeros. El producto de hacer esto es la Inflación, la que consiste en disminuir el valor del dinero existente, para otorgarle valor al dinero nuevo. Es por eso que vemos en Wall Street constantes bajas y alzas en la bolsa de comercio.
Antes el dinero era equivalente su precio en oro, pero eso desapareció cuando cada país lo requisó para la Reserva Federal. Por tanto, cada moneda y billete que ahora tenemos, no vale absolutamente nada, más que la firma de los banqueros que lleva impresa. Es como los vales que se les entregaba a los trabajadores de las salitreras, que les permitía comprar en las pulperías. Nada ha cambiado, seguimos trabajando como esclavos para conseguir el dinero que nos permite comprar los mismos recursos que generamos trabajando.
Entonces, ¿quienes son los que se benefician de todo esto? ¿los Gobiernos? Los economistas gringos son quienes en verdad están al mando, ya que financian a los Estados y a sus Bancos Centrales, teniendo el poder de enriquecer a unos o empobrecer y esclavizar a otros. Cuando el FMI presta dinero a un país y éste no es capaz de pagarle, le sugiere hacer un ‘Tratado de Libre Comercio’ (TLC), con el que se llevarán recursos de la zona endeudada mucho más baratos, y tomarán posesión de empresas públicas. Casos vemos muchos en Chile: Pascua-Lama, la mina de oro y plata más grande del mundo, ahora será explotada por los gringos sin que podamos hacer nada, más que observar como destruyen hielos milenarios sólo por su afán de codicia. Como ejemplos de privatización tenemos Chilectra, la Autopista del Sol y Banco Estado, todos en manos de los españoles. De verdad tengo razón en decir que O’Higgins ha de estar revolcándose en su tumba, tras ver como hemos vuelto a trabajar para España y su holgazán Rey.
Tenemos pues, ante nuestros ojos, a la más grande ideología gobernante de todas, esa que llamamos Globalización. Esa que al igual que Hitler, juega a ser Dios imponiendo reglas y formas de vida ante las cuales estamos obnubilados, creyendo que son el único camino a seguir. Este no es más que otro intento de control mundial, que a diferencia de los nazis, no es sólo por la violencia, sino por el acostumbramiento a lo que llamamos Sistema. Así vemos como la existencia de los neonazis no es tan extraña después de todo, como si lo es la de quienes defienden con uñas y dientes al Imperialismo Capitalista de la bestia de 7 cabezas anunciada en el Apocalipsis; la bestia cuyo nombre es Estados Unidos y sus cabezas son los aliados del G7.
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