Descaro es la palabra menos fuerte que podría usar. No quiero sonar Piñerista, pero cuando veo a Frei y a Bachelet hechos furia por el anuncio del bono de marzo, ofrecido por Tatán, dan ganas de gritarle un par de verdades a estos desfachatados.
Primero, al más puro estilo de Farkas, la Presidenta se pone a regalar plata por doquier y en periodo electoral, luego de haber tenido 3 años para hacerlo sin que se viera raro, y usa como excusa la crisis económica. Luego, invita a Frei a viajar con ella en actividades de ‘Gobierno’, y no es capaz de explicar por qué sólo lo lleva a él, habiendo otros 37 Senadores disponibles. Más tarde, le presta a Frei el Congreso Nacional para hacer un acto campaña. Como si fuera poco, también se pone a posar en fotos para carteles de candidatos de Izquierda, violando la ley que señala que sólo se puede hacer propaganda electoral 1 mes antes de las elecciones. Y hace unos días, como la guinda de la torta, 3 Ministras llegan a otro acto de campaña, utilizando vehículos fiscales. ¿Cohecho o Intervencionismo? Sigamos viendo cual es peor.
Hace unas semanas, salió a flote una vez más el asesinato de Eduardo Frei Montalva, padre del candidato -ambos fueron Presidentes de Chile alguna vez, demostrando que las ansias de poder vienen de familia-. Este caballero murió envenenado hace 30 años, y no ha podido descansar en paz debido a que la Concertación lo saca a la luz cada vez que están en campaña, al igual que a Allende y los Detenidos Desaparecidos -que seguirán desaparecidos hasta que a la Izquierda le convenga-.
Ahora crucemos a la vereda de en frente. Piñera afirmó tener una solución para el Transantiago. El 18 de Agosto, derecha e izquierda, tomaditos de la mano, estaban ratificando un proyecto que entregará 250 mil millones de pesos -según ellos- al transporte público nacional, para financiarlo hasta el 2014. Pero no seamos ingenuos; bien sabemos que todo ese dinero irá destinado única y exclusivamente a pagar los préstamos de Banco Estado y la empresa brasileña que trajo el Transantiago al país. Con este proyecto ya firmado, es imposible que Piñera o cualquier otro candidato pueda hacer algo contra los buses cuncuna, al menos durante el siguiente periodo de Gobierno. Entonces cuando volvamos a escuchar al multimillonario canoso hablando del Transanfiasco, ya sabemos que nos estará mintiendo -una vez más-.
La historia lo ha confirmado. Para ser político, es necesario ser corrupto. Sobornar a los votantes con plata, mercadería o promesas falsas es más común de lo que parece -¿o no, Pingüino?-. Si un político no se deja corromper, simplemente lo sacan del mapa, como ocurrió con el asesinado J.F. Kennedy y con nuestro querido Leo Farkas -amenazado por el mismísimo Piñera-. Así que tomatero a tus tomates, como supuestamente dijo Cristo, ‘el que esté libre de pecado, que lance el primer cohecho’.
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